No es catástrofe natural, son políticas extractivas de saqueo y negociados planificados desde el estado, con abandono de los barrios populares.
Las organizaciones políticas y sociales, los grupos barriales, los/as vecinos/as y el pueblo en general nos pusimos al hombro la tarea de la asistencia urgente a los inundados desde un primer momento. Estamos seguros de que llegamos a esta catástrofe socioambiental no por causas "naturales" sino como producto de políticas extractivas de saqueo y negociados planificados desde el estado, con abandono de los barrios populares. Más que desidia, observamos una persistente orientación activa del estado hacia el lucro empresario y no hacia el proclamado bien común.
Por un lado, el desmonte por la soja y el crecimiento del negocio inmobiliario, encabeza las causas de las inundaciones en la provincia y otras zonas del país. Pero la falta de planificación urbana, la gran cantidad de viviendas precarias, la situación de colapso ambiental y sanitario que se vive en los barrios pobres, desnuda la pobreza y las terribles condiciones de vida de miles de familias.
Estos precedentes dan cuenta que la catástrofe no es natural, sino un conjunto de negligencias, improvisaciones y pésimas decisiones. Por tanto, consideramos que hay responsabilidades políticas que deberán asumir. Inundaciones en varias provincias, el gobierno nacional y los provinciales intentan enmascarar bajo la catástrofe natural un problema que en esta década solo se agravó debido una política ofensiva de explotación del suelo y la especulación inmobiliaria.
En el camino de este largo proceso que hoy inflexiona en tragedia, la carencia de políticas que garanticen la auténtica participación de los vecinos ha contribuido a acrecentar las variables de riesgo: ciudades que crecen sin ordenamiento territorial participativo, políticas de usos de suelo sesgadas a intereses económicos, trazados de rutas que no tienen en cuenta nuestros ecosistemas, son algunos de estos factores.
Un desinterés por parte de las autoridades que sólo miran a los barrios en época electoral para dar algún paliativo a cambio de votos, tanto oficialistas como opositores. Esta realidad de pobreza, falta de planificación, caos ambiental, les estalla en la cara como consecuencia del temporal. Y no se trata de falta de dinero como alegan Alperovich o los intendentes. Se trata de que organizaron la ciudad al servicio de los negocios, construyendo emprendimientos inmobiliarios y eliminando espacios verdes, dificultando el escurrimiento de las aguas, empeorando cada vez más las inundaciones.Las organizaciones firmantes venimos advirtiendo esta situación desde hace años y luchando por mejores condiciones de vida en los barrios populares.
Exigimos a las autoridades que se hagan cargo de esta situación y den una respuesta rápida ante la necesidad de que las familias tengan abiertas las escuelas para alojarse hasta pasado el temporal y la asistencia alimentaria y sanitaria que contribuya a subsanar las necesidades más urgentes. Atención preventiva no solo cuando nos tapa el agua, porque nos inundamos pero además son muchas familias en condiciones de absoluta pobreza y precariedad. Eximimos respuestas inmediatas a las familias que esperan la vivienda en la que serían reubicados, reubicación total de las familias que viven en las orillas de los canales de la ciudad.
Mientras se organiza la solidaridad del pueblo, no dejamos de denunciar la ineficiencia e indiferencia de los gobiernos.
COB LA BRECHA (TUCUMÁN)
COLECTIVO CULTURAL "EL BALDÍO"
AGRUPACIÓN AGUSTÍN TOSCO
ASAMBLEA DE LA PLAZA
